Ando por las callejas del olvido
fabricando memorias para armar.
Duermo en cada uno de los andenes
con un sueño por contar.
Ando por el tiovivo de las emociones
jugando a ser la otra,
con caretas;
espío la que fui,
con escozores
de metas olvidadas y tardías.
Lloro lo que no fue,
pero me acuerdo
de lo que puede ser,
y me sonrío.
Un día ¿cesará?
esta costumbre
de no dar por sentado
lo obtenido.
viernes, junio 22, 2007
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