sábado, agosto 25, 2007

Vuelvo, de paso, del cansancio.
Busco, sin duda, una guarida.
Canto, algún que otro salmo.
Explico, el principio de la huida.
Subo, por escaleras de preguntas.
Compro, excusas limpias y sin uso.
Pido, un baúl de cosas juntas.
Exclamo, que no quiero más abusos.
Pierdo, una huella interesante.
Mimo, una mano que no es mía.
Guardo, un recuerdo del instante.
Muero, aunque poco, todavía.

martes, agosto 21, 2007

Día sin nubes,
rosa de los vientos
trayendo a cuento
tonadas que suben,
para corear
el mito del intento
en tiernos corazones
de querubes.
Dónde te fuiste,
ya importa poco.
Qué te alejó
seguirá siendo un enigma.
Vas a volver
antes de que rompa en llanto,
esgrimiendo razones
y diatribas
para este abandono
que no entiendo.
Y para todos tus dardos,
mis heridas.

sábado, agosto 11, 2007

La súbita visión de lo imposible
como una realidad física, palpable.
El descubrimiento de las claves
para poder vivir de lo soñado.
El mantenimiento del deseo
como una red que liga lo que busca.
El surgimiento fértil de las ganas
como la "voluntad", mas sin excusas.
La concreción febril del infinito
con placeres a mano, y abundantes.
La materialización de un día distinto
está en tus manos; no cejes; adelante.

miércoles, agosto 08, 2007

Si te vas,
y volvés como si nada.
Si la lluvia te moja las raíces.
Si llegás
preguntando una pavada.
Si esperás
que te canten
días felices.
Si querés
casi sin querer queriendo.
Si explotás,
como bomba terrorista.
Si extraviás
tu pasado sin aristas
en el sueño
de futuros dibujados.
Si podés,
sin querer,
que es todo un tema.
Si sabés
que otra vez
tendrás tu lema;
si todo, todo eso,
se concreta,
ya sabés
que buscarte otra treta
será arduo, difícil,
¿imposible?
Tal vez no,
aunque salten
tus fusibles.

viernes, agosto 03, 2007

De Raffaello:

ALGO OCULTO

Algo oculto grita en la conciencia: Si los hombres desaprendimos ya el lenguaje del silencio, si otros còdigos de navegaciòn elemental se han sobrepuesto a la noche que de maravilla nos llena los ojos y la garganta... ya no nos queda quesolemnizar nuestros juramentos y recuperar el sabor del pan en la derrota, bajar a la calle y subir a la noche, y esperar el amanecer quemando estrellas...Ya no necesitamos organizar en olas el suenho y las palabras del ocèano, ya podemos desandar el infinito y sus ocultos jeroglìficos de sal, guardar notas sueltas en los bolsillos, componer melodìas de antanho, y nuevamente sonhar con zarpar en el crepùsculo de los dioses derrotados...