sábado, julio 24, 2010

Sin proponérmelo siquiera, he ido sembrando un caminito de flores para que nadie se pierda en la vuelta a casa.
La vuelta a casa está llamada a ser eso: un cálido reencuentro con aquel nene o aquella nena que fuimos una vez, donde toda la magia se expande y los raspones duran lo que demora un beso en tocarnos la piel.
Entonces aparecen sorpresas desde un reino que creíamos inalcanzable, y que estaba aquí nomás, escondido en un rincón de nuestros corazones. En nuestro reencuentro con la ternura de la infancia,sanamos a ese chiquito, herido porque una vez "creció".

jueves, julio 08, 2010

a dúo con Joaquín

Con la mano aferrando la birome,
y Joaquín de amarguras virginales,
no se planta ni un verso en los canales
que fluyen, habituales, a mi oído.
Perdido por perdido me parece
que Maderas Noruegas excluidas,
la partida perdida va ganando
incontenibles ganas de abrazarte.
Objetan que el Atlántico es profundo,
ancho, enorme, oscuro y prolongado.
Vago por los rincones de la costa
apostando a colarme en un navío.
No hace frío en este invierno raro,
que envidia sin encono a tu verano,
mientras allá lejos, en el Mediterráneo,
tus ojos danzan con la marejada.
Quisiera ser el hada de tu sueño.
El dueño del guión me lo ha impedido.
Filmemos una peli subversiva
en que los dueños sangren por la herida.
Te juego lo que quieras a que cruzo
en océano con un parde aletazos,
y zambullo mis fríos en tu abrazo
y los rumores se mueren de susto.
Cuánto vas a que la pólvora quemada
que el hombre bala abandonó en la puerta
sirve para encender una fogata
que transforma el chimento en letra muerta.
Y ya que se me va acabando el tema
(Joaquín hace silencio en un segundo)
te regalo la sangre de mis venas,
que es tu vino volcándose en mi mundo.

martes, julio 06, 2010

Es mentira que cuenten las razones para entregar sonrisas; señor, señora, las sonrisas sa venden: ¿me compra? Bien, empiece a pagarme entonces. Ese es el trato.
Es mentira que nos haya agarrado súbitamente una fiebre de amor. Vendemos amor al mejor postor.
Mienten los que dicen que tienen programas solidarios; recuerde cuánto le costó pagar esa sonrisa hace un rato.
O tal vez sea mentira que todo esto es mentira. Entonces podremos empezar a conversar...