sábado, mayo 31, 2008

Si me diera por localizarles la guarida
a los duendes que esconden mi sombrero,
vería esculturas de cenizas
alrededor, y en medio, de un agujero.
Si quisiera enumerar los dones
con que Natura me adornara un día
podría tropezar con las canciones,
desafinadas, de la gola mía.
Si yo quisiera eliminar los gritos
de desacuerdo, que inspiran mis denuncias,
descubriría quizás que de a poquito
mi boca ha de tragarse lo que enuncia.

viernes, mayo 23, 2008

Escuchando a Serrat, "Los Debutantes",
urjo a las naves estelares
que apronten su descenso
y a los males
echen sin más mi más,
cual lo que escucho.
Mi cuore trucho vende su misterio
a cuenta de algunos besos nuevos,
y en el aire se siente la llegada
de aquel a quien siempre espero.

viernes, mayo 16, 2008

Hoy, en Buenos Aires.
Todo solucionado; hace un rato fui a una disquería y compré tres CDs: uno de Alejandro Filio, otro de Facundo Cabral, y "Causas y Azares", de Silvio, que, aunque suene curioso, no lo tenía.
Me regodeé viendo y escuchando a Los Pájaros en pantalla gigante mientras hacía mi compra...
Mañana, Ismael, en el Gran Rex.
Tal vez, el domingo, mi hermano y sus críos pequeños, en San Isidro.
"Gracias a la vida/ que me ha dado tanto...".

viernes, mayo 09, 2008

Escucho a Ismael: !Amores imposibles que escriben en canciones el trazo de una estrella"; "Nunca dejes de buscarme; la excusa más cobarde es culpar al destino".
Floto en una nube de sueños desatados a los mil vientos...Soplo cenizas de volcanes que han enmudecido hace ya mucho tiempo. Juego con los brotes del sauce más cercano, mientras el árbol llora caricias ausentes. Canto con Serrano a las botellas que brillan en el mar del olvido.
Siento bullir la sangre como otro poeta bendito, y no es ahora que tengo veinte años sino casi treinta más.
Vago en el mar de recuerdos felices, matizado por ocasos y catástrofes, tan necesarios para valorar los otros.
Ismael tartamudea desde el CD sucio: "cam, cam, cam, cam, cam, cam, cam". La semana que viene voy a verlo a Buenos Aires, y espero que las cenizas de ese otro volcán que sí está vivo, para entonces hayan dejado de caer sobre la ciudad.