domingo, septiembre 30, 2007

No encontrarás las huellas en mis manos,
ni el silbido voraz, ni los caminos
donde fuera a parar todo aquel sueño
que consteló el destino en el pasado.
No sabrás de las nubes que crujieron
con cada chaparrón inesperado,
ni del canto del pájaro nocturno
encerrado en la jaula del infierno.
No sabrás de mi voz, que te buscaba
repitiendo tu nombre como un rito,
ni del llanto feroz de los espejos,
o la violencia de los entredichos.
No entenderás de rosas ni de canto,
de auroras clandestinas en mi tierra,
donde pace el cordero milenario
que transita el final de toda guerra.
Y para terminar, no sabrás nunca
que amándote, te amé como utopía:
que el concretar el sueño es sacrilegio,
y por eso te dejo; es mi partida.

viernes, septiembre 21, 2007

Primavera...Primavera...
Asomando en el espíritu
un temblor de madreselvas
que juega a las escondidas
con el rayo más travieso,
surtiendo un efecto raro
entre los miles de aromas
y los cientos de colores
que se disputan el podio.
Primavera...Primavera,
que nos blanquea la sangre,
que nos nutre de promesas
y nos sacude los odios.

viernes, septiembre 14, 2007

Nidos de sierpes redondas
mueren en cálidas playas
donde aunque haya un gemido,
un rencor, un latido, una pena,
la soledad encadena
llantos, estrellas y gritos.
Rumbo de mar en las venas
de una sirena salada,
que se parece a las hadas
en insólitas respuestas;
si la fiesta se demora
cursaré la invitación
a los duendes del rincón,
para que pasen las horas.

martes, septiembre 11, 2007

Luna demente
clavando el diente
a tantos soles
que son amores;
charco de viento
que horada el silencio
de a poco, de a poco,
pero llegando al fondo.
Martes de olvido,
beso y silbido,
llanto quebranto,
te quiero tanto...
Lluvia pasada,
no dejó nada,
estrella que asoma
tras de la loma.
Cauce del río,
último frío,
cara sumisa
con su sonrisa.
Noche de bruma,
si resta, suma,
como ninguna,
la nueva luna.

viernes, septiembre 07, 2007

De Raffaello:

SE ESCRIBEN SOLAS

Cargado de tiempo
un antiguo ritual de fe
desde la melodìa
resbalàndose
sobre la tierra gastada
de luces y de lucièrnagas enamoradas:
son las palabras
que vuelven a fluir
desembocando ìmpetu
y anèmonas de marzo
sobre la espuma blanca
donde se hallan presos
los recuerdos de la tierra;
son palabras de ayer:
que regresan,
sensible,
indolores...
se cruzan con cicatrices
se envuelven de colores...
son las palabras,
se escriben solas...

Firenze 5 settembre 2007

sábado, septiembre 01, 2007

Una cortina de sucesos cae bruscamente sobre la tarde que muere.
Los autos pasan lentos a través de mi campo visual.
Una moto hace un escándalo a lo lejos.
Mamá habla y habla, desde el comedor.
Dicen que en el bar de enfrente hay sólo dos parroquianos.
Septiembre se instaló con un día radiante.
Es sólo una instantánea de un anochecer venadense.