jueves, agosto 23, 2012

Esperando la siega de la siembra, el cordel que desate el paraíso: cuatro tiros al aire sin permiso y el último minuto, y la moneda... Por volver a jugar a cruz o cara, por levantar pulgares en volandas, por festejar el triunfo con más risas. Por volver a cantar que todo pasa...