jueves, noviembre 01, 2007

Manto de plata brilla en tu cabeza
solo de a ratos, cuando me distraigo.
Pero el resto del tiempo vuelve joven
tus escasos cabellos alejados.
Dónde estás, duende fiel de mis ensueños.
Dónde, ruta que invoca mi paso vagabundo.
Dónde, Mago de Oz, estrella, rito,
dónde, amigo del sol y el infinito.
Dónde estás, planeta regente de mis sueños,
dónde, dueño del mar y de la risa.
Dónde, caballero andante, "quijoteando"
los molinos de viento que el tumulto
atravesara entre nuestros pasos.
Dónde, Señor Amor, avatar blanco,
dónde, luz de mi norte y mi esperanza.
Dónde estás, que no veo ni tu huella,
y aunque toda la prensa comunica
que ya estás por llegar aquí, a mi tierra,
la guerra de mis pasiones se duplica
al oler en el aire tu respuesta.

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