martes, mayo 22, 2007

La tarde cae.
El día que muere
me trae recuerdos
de tiempos idos,
de pasos viejos.
Tengo una nube
en la memoria:
confunde cosas,
mezcla sucesos.
Y sin embargo
tu huella eterna
sigue vigente
en mi cuaderno.
Tu estela fresca,
tu paso ágil,
tu risa franca,
tu nube propia,
que me desmiente
los tiempos idos
y me convoca
hasta tu boca.

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