martes, febrero 12, 2008

Un pasadizo secreto une mi mirada lunar y tus manos solares.
Una nube de dudas se cae a mis pies cuando tu nombre sube.
Una mariposa verde se cuelga de una rama para verte llegar.
Jano, bifronte, cuál es tu cara? ¿La que veo? ¿O la que no está?
Revolucionarme; me mandaron a revolucionarme.
Pero he preferido re-evolucionarme.
Jano, bifronte, veo tu cara oculta, tu cara luminosa...
y el interrogante se diluye: tus dos caras, Jano querido,
mi bien, mi mal, tus dos caras son mi desvelo, después y antes.

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