domingo, abril 06, 2008

El azar te sembró en mi camino.
Los vientos soplaron audaces.
Hoy, no sé si es clamor del destino
o una lluvia de estrellas fugaces
lo que vierte mi río en tu mar,
lo que engendra la fauna marina,
lo que ya no se puede ocultar,
lo grosera que suena esta rima;
anduvimos los dos a los tumbos
fantaseando futuros felices,
y hoy, que al fin encontramos el rumbo,
el encuentro...es con mil cicatrices.
Yo no sé qué pensás cuando pienso
que me paso tdo el día en pensarte.
Yo no sé dónde vas si te pierdo...
y me pierdo yo más, al hallarte.

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