martes, febrero 03, 2009

Las luces.

Las luces se encienden sin que nadie las vea.

Se encienden sin que nadie las vea, pero ¡cuántos las sienten!

Tantos las sienten, juntan tantas, que deciden repartirlas por las calles.

Por las calles se ven transeúntes distraídos, transeúntes preocupados, transeúntes apurados, y vos.

Vos, que paseás tu alegría sin el menor cuidado, tirando besos al cielo cada vez que te acordás de él, esto es, cada dos minutos.

Y cada dos minutos, aunque nadie te mire ni te advierta, el sol te hace un guiño y se enciende y se apaga y se vuelve a encender, como un ojo que se cierra y se abre.

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