jueves, diciembre 21, 2006

En un diciembre movidito,
que alterna fríos, calores,
y temporales,
en una tarde plácida,
con la calle a la vista,
viendo ir y venir
a los transeúntes,
oyendo ruidos varios,
sintiendo el nuevo año,
que asoma, y asoma,
y asoma,
hasta cubrirlo todo
con un aura de fiesta,
veo pasar mi balance
de un año en la cuerda floja,
con raptos de pánico
y sorpresas felices,
con sudestadas
y marejadas violentas,
con aquí, allá,
y acullá.
Con sonrisas
y lágrimas,
con desesperación
y euforia.
Se va un año
en zigzag,
llega un misterio
que sabe Dios
qué nos traerá.

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