miércoles, diciembre 06, 2006

Una canción para tu alma novicia: suenan campanadas en lugares distantes, pero todas convergen en mis oídos. Los pájaros cantan en lugares remotos, pero los escucho aquí nomás. Un colibrí aletea hasta el clímax, y mis ojos de rayos X lo ven suspendido en el aire por una eternidad.
Un caracol de mar se desplaza con toda lentitud por la arena mojada.
Una gaviota rememora tiempos idos, cuando era joven y planeaba sobre sus presas, en este mar donde, ahora, sólo puede dar paseos a pie.
Un pegaso salido de no sé qué cuento fantástico, sobrevuela la isla desde la cual te miro mirar.
Y todo esto no sería casi nada, si mientras viajo por el paisaje y el océano no te tuviera aquí, aquí, al alcance de mi mano, tibio soñador de maravillas.

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